La electricidad es una forma de energía ampliamente utilizada en la vida cotidiana y en entornos industriales, pero también conlleva diversos riesgos para la seguridad si no se maneja correctamente, para prevenir estos riesgos, es importante seguir prácticas seguras de trabajo con electricidad, como cortar la energía antes de trabajar en sistemas eléctricos, usar equipos de protección personal adecuados, inspeccionar regularmente los cables y equipos eléctricos en busca de daños o desgaste, y seguir procedimientos de trabajo seguros en entornos donde se maneje electricidad. Además, es esencial proporcionar capacitación adecuada sobre seguridad eléctrica a todos los trabajadores que puedan estar expuestos a riesgos eléctricos.
Electrocución: La electrocución es la principal causa de muerte relacionada con la electricidad. Ocurre cuando una corriente eléctrica pasa a través del cuerpo humano, lo que puede provocar daños graves e incluso la muerte. Los accidentes de electrocución pueden ocurrir debido al contacto directo con cables eléctricos, equipos o aparatos defectuosos, o debido a condiciones inseguras de trabajo con electricidad.
Quemaduras: Las quemaduras son otro riesgo significativo asociado con la electricidad. La corriente eléctrica puede causar quemaduras térmicas en la piel donde entra en contacto con el cuerpo, así como quemaduras internas si la corriente atraviesa los tejidos del cuerpo. Además, las chispas o arcos eléctricos pueden provocar incendios, lo que aumenta el riesgo de quemaduras.
Lesiones musculoesqueléticas: Las descargas eléctricas pueden provocar contracciones musculares involuntarias que pueden hacer que una persona se caiga o se golpee contra objetos cercanos, lo que aumenta el riesgo de lesiones musculoesqueléticas, como fracturas óseas o lesiones en la columna vertebral.
Fuego y explosión: Los fallos eléctricos pueden generar chispas o arcos eléctricos que pueden encender materiales inflamables cercanos, provocando incendios o explosiones. Esto es especialmente relevante en entornos industriales donde se utilizan grandes cantidades de electricidad y materiales inflamables.
Daños a equipos y propiedades: Los cortocircuitos eléctricos y otras fallas pueden dañar equipos eléctricos y electrónicos, así como causar daños a la propiedad debido a incendios, explosiones o sobretensiones.